El viernes 27 de abril participamos de la Noche de las librerías en el marco de la Semana de la Lectura, con una convocatoria sorprendente.
Muchísima gente pasó por los stands de libreras/os y editoras/es locales. Una señora paró en nuestro puesto y sorprendida preguntó por qué se hacían ediciones tan especiales para niños.
Y es que si algo nos caracteriza, es destacar al libro como un objeto único donde la literatura vive y convive con su soporte, único, especial y complementario. Objeto que no sólo contiene y enmarca, sino que aporta y hace a la diferencia. Por eso la cuidada selección de libros que ofrecemos, la delicadeza de las portadas y las texturas de los papeles como elementos en donde también encontramos valor. Porque creemos que el encuentro con los libros debe nacer de una curiosidad mágica, del deseo por ver más allá, para ofrecer otra forma de ver, vivir y conocer el mundo que las niñas y los niños empiezan a descubrir.
Más tarde, una nena, fascinada, le dijo a la madre “¡Mirá qué raro! Todos en cuatro cuadros ¡Es raro! Quiero este”. Se trataba de Cuentos al cuadrado, la edición más loca de los cuentos clásicos, con tapa texturada, letras doradas, hojas de cartulina y un maravilloso aroma a libro.
Preguntas y respuestas que da un evento, un momento, y una niña dispuesta a encontrar algo en la sorpresa que siempre depara lo diferente.