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20/07/2018

Llega Rampante

 El barón Cosimo sostenía que quien quisiera mirar bien la tierra, debía mantenerse a la distancia necesaria para hacerlo. Por eso había elegido vivir entre los árboles. Este barón rampante de Italo Calvino dio nombre a un proyecto que parece ser un despertar en el mundo gráfico para la infancia, y una invitación para, como Cosimo, tomar distancia y observar.

Por Aimé Peira


 Rampante, el periódico trimestral que editan Cecilia Afonso Esteves y Lisa Daveloza, llegó con su primer número, “Pan y pasto”. Hecho en Córdoba, ciudad y provincia indiscutiblemente referente del universo LIJ (y disponible también en Rosario y Buenos Aires), marca un quiebre en el paradigma gráfico de la LIJ con algo que de tan viejo, produce asombro. Como nos dijo Lisa: “hay chicas y chicos que no conocen qué es un diario, porque en sus casas el diario hace mucho que se ha dejado de comprar”. Otra gota que alimenta la percepción de que lo gráfico impreso termine siendo (como los discos y cd´s) algo de culto, aunque se trate de un periódico. La búsqueda de un criterio gráfico con un fundamento se percibe a primera vista. El trabajo minucioso de las editoras está logrado. El tratamiento de Cecilia, una ilustradora que construye con elementos visibles mínimos, y grandes espacios/silencios, es evidente. Rampante, ya desde lo visual, invita a la serenidad, a la lectura calma, al despertar de los sentidos, al viaje interior. Y lo mejor: está destinado a un público infantil. No es un diario sobre infancia, crianza, LIJ o educación: es un diario para niñxs. Se recomiendan lecturas, películas, se comentan obras de arte visual. Incluye (casi escondido pero visible todo el tiempo, y en un formato para deleitarse) un cuento de Pablo Natale. La contratapa es el espacio del genio Max Cachimba, que con su historieta corona el título de este primer número con el delirante camino incógnito de las hormigas.

*En su visita a Chicho y Babel, Lisa mencionó algunos puntos claves en su concepción como editora de Rampante: El periódico tiene que tener un precio accesible. Combinar calidad y economía es arduo desafío. Con la delicada y acertada sutileza de la que parten, lo logran. Esperan que en sus publicaciones se imprima un “lenguaje sensato”, considerando a lxs niñxs como sujetos, alejados de la típica infantilización estereotipada que desde siempre ha imperado en las revistas para peques.