“Hay horas en la infancia, en que todo niño es un ser asombroso, el que realiza el asombro de ser. Descubramos en nosotros una infancia inmóvil, una infancia sin devenir, liberada del engranaje del almanaque” Gastón Bachelard.
La primavera trajo las ganas del sol, los juegos afuera y los estornudos. Y trajo el segundo Rampante, el periódico que Lisa Daveloza y Cecilia Afonso Esteves dirigen desde las llanuras y las cumbres de Córdoba. “Cielo y círculos” es el título de este número, que bajo la órbita del “Invierno 2018”, pese a los esfuerzos por corregir esta bella incoincidencia, nos recuerda que los planos de la realidad se inscriben sincrónicamente para todo aquí abajo. Allá en el cielo, el tiempo pareciera ser otro. Qué placer el de sumergirse en su misterio y desde el mundo terrenal jugar a descifrarlo o a intentar conocerlo.
El barón Cosimo sostenía que quien quisiera mirar bien la tierra, debía mantenerse a la distancia necesaria para hacerlo. Por eso había elegido vivir entre los árboles. Este barón rampante de Italo Calvino dio nombre a un proyecto que parece ser un despertar en el mundo gráfico para la infancia, y una invitación para, como Cosimo, tomar distancia y observar.
En la búsqueda por promover la Literatura Infantil y Juvenil, y ofrecer propuestas de encuentro, editamos nuestra Revista N°1.
Libros objetos y libros para la maravilla que abren nuevos paradigmas para repensar la obra de arte en la época de la reproductibilidad técnica de los detalles más artesanales.